Dirección: Ridley Scott.
País: USA. Año: 2012. Duración: 125 min.
Género: Acción, ciencia-ficción, terror.
Interpretes: Noomi Rapace, Charlize Theron, Michael Fassbender,
Guy Pearce, Idris Elba, Logan Marshall-Green,
Rafe Spall, Sean Harris, Emun Elliott, Benedict Wong, Patrick Wilson.
Guion: Jon Spaihts y Damon Lindelof.
Producción: Ridley Scott, David Giler y Walter Hill.
Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Dariusz Wolski. Montaje: Pietro Scalia.
Dicen que mejor tarde que nunca. Aun habiendo escuchados opiniones bastante flojas de gente que sabe lo que dice me he animado a ver #Prometheus. No me ha sorprendido, ni para bien ni para mal. He dejado de lado las opiniones ajenas y he intentado que el film me embaucara. #Riddley Scott no lo ha conseguido. Se queda a años luz de distancia de las cimas fílmicas que suponen "Alien: El Octavo Pasajero" (Ridley Scott, 1979) y "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982)
Cierto es que la película pudo haberse posicionado erróneamente durante su promoción como una aventura espacial con bichos a mansalva y tiroteos con armas láser. Este es el primer desengaño que se lleva el espectador, pues se trata de un film de pura ciencia ficción (tempo comedido, suspense, etc...).
Cambiando de tercio y en mi humilde opinión, el guión deja mucho que desear. Una historia cuyos acontecimientos son tan previsibles como el paso de las estaciones del año. En todo momento se puede deducir quién (o quiénes) van a morir, quién es el que está en la cápsula misteriosa de la nave y qué va a suceder con el hombre-arácnido-demacrado que aparece frente a la rampa. Poca sorpresas nos ofrece el film, y cuando los sucesos son tan previsibles se pierde la tensión y el ansia por ver más. Por no hablar de las casualidades e incongruencias, que son bastante usadas en "Prometheus" (a ver quién es el listo que se hiberna 2 años en una nave espacial rumbo a "no sé dónde" sin saber cual es la misión).
Y qué decir de los personajes. Vacíos por completo salvo David (interpretado por Michael Fassbender), que muestra un oscuro interior que llega a provocar cierto temor en el espectador. Los demás, del montón. Además de tratarse de un film en el que difícilmente se puede observar un personaje protagonista. El interpretado por Noomi Rapace puede llegar serlo ( y finalmente lo acaba siendo porque no queda otra), pero en ningún momento parece capaz de soportar el peso del desarrollo de la trama.
Técnicamente es una cinta notable, con sus secuencias espectaculares y sus planos de situación que asombran a cualquiera. No obstante, no ofrece nada fuera de lo normal o de lo esperado. Algo normal dentro de la nube de efectos visuales asombrosos en la que vivimos en la actualidad.
Lo mejor de la cinta podría decirse que es su estética cuidada y su arraigo a los cánones de la ciencia ficción pura y dura. Por lo demás podríamos decir que se queda en un 6 de 10.
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