
Dirección: Iván Zulueta.
País: España. Año: 1979.
Duración: 110 min.
Interpretación: Eusebio Poncela, Will More, Cecilia Roth, Marta Fernández-Muro, Carmen Giralt, Luis Ciges, Antonio Gasset.
Guión: Iván Zulueta.
Música: Grupo Negativo.
Fotografía: Ángel Luis Fernández.
Que conste que el cine español no es que me atraiga mucho. De hecho, intento evitarlo porque, tristemente, se sigue alimentando muchas veces de un imaginario basurero, recurrente, insustancial y cochambroso.
No obstante, de vez en cuando aparecen películas españolas que merecen la pena, o por lo menos que despiertan un mínimo interés y/o afán de reflexión en el espectador.
Una de estas películas es "Arrebato", de Iván Zulueta. Un arriesgado proyecto si tenemos en cuenta su contexto social (transición española). Una película que ancla todo su argumento alrededor del cine y de una estética muy experimental y poco comercial.
El cine es el máximo protagonista, pero de una manera peculiar. "Arrebato" es una película que se aleja de cualquier canon establecido. Se sumerge en el mundo del cine experimental de una forma anárquica y desestructurada. Consigue infundir en el espectador ese "disfrute por ver" a secas, que promueve el personaje interpretado por Will More. Esa capacidad hipnotizante del cine, esa cualidad del séptimo arte de arrastrar, sumergir y ahogar al espectador en mundos completamente abstractos. Se muestra cómo el amante del cine puede verse poseído por él, haciendo del cine su aire para respirar, su necesidad para vivir, su droga. Es como si el cine fuese una fuerza vampírica que va chupando la sangre de aquel al que se acerca.
"Arrebato" utiliza el Metacine como raíz. Una película que habla del cine (ya que su protagonista es un director de serie B que acaba de terminar su última película), y que muestra distintas vertientes de este arte. Se centra en la concepción del cine como abstracción de la persona, plasmación de los sentimientos y emociones más profundos del ser humano, que muchas veces carecen de sentido o coherencia y responden únicamente a la necesidad de crear de la persona. Pero además lo muestra como elemento capaz de dominar la vida e incluso de elegir el momento de la muerte (magnífica metáfora entre el tomavistas y la ametralladora).
Lo más destacable de la película es esa capacidad de producir en el espectador un desconcierto, una irritación que puede crear un sentimiento de rechazo. No obstante, esa sensación incómoda, de alguna manera, atrapa. Además, llaman mucho la atención los juegos de sonidos. El graznido del cuervo en apariciones de Will More, las sirenas en momentos tensos o ese sintetizador que ahonda aún más si cabe en esa sensación de desasosiego e inquietud del film.
Sinceramente, este es un comentario piloto acerca de esta película, ya que es de esas obras que necesitan de varios visionados para extraer todo su jugo. No obstante, con una sola vez que se vea ya provoca ese reconcome en el espectador, ese que solo provocan películas grandes, que consiguen ser muy queridas por muchos...y muy odiadas por otros tantos.
Presentación de ARREBATO por Iván Zulueta
No hay comentarios:
Publicar un comentario