Con el cine lo que ha ocurrido es una proliferación de foros, webs y blogs donde se vierten opiniones de diversas índoles y acerca de gran diversidad de temas. Lo más común son las críticas cinematográficas, de las que yo también soy autor. Esas críticas, sobre todo las apriorísticas, nos marcan unas expectativas frente al visionado de una película. Incluso las críticas u opiniones que leemos después de haber visto una película pueden llegar a influir en nuestra valoración de ésta.
Lo aconsejable y lo que quiero transmitir con esta entrada es que hay que tener cuidado con las cosas que leemos. Está bien empaparse de las informaciones y opiniones que encontramos, pero no hay que hacerlas nuestras desde un primer momento. Si leemos una crítica que pone a parir una película que nos gustaría ver, no dejéis de verla. ¿Cuántas veces nos han hablado bien de una película y a nosotros nos ha parecido un somero coñazo? ¿Y al revés? Seguro que muchas. Hay que tener personalidad y no dejarse invadir por las informaciones que pululan por nuestro entorno.
De igual modo hay que evitar ir a ver una película con unas expectativas previas, porque nos condiciona el disfrute de la misma. La subjetividad es un concepto clave y lo que nos produzca o transmita una película es algo individual, propio y posiblemente único. Cada persona
reaccionará de una forma distinta ante una obra audiovisual, por ello hay que evadirse de opiniones externas y crear una opinión propia después de haberse postrado frente al film.
Simplemente era eso, una pequeña reflexión.
Un saludo!
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